
Una vez abrieron las puertas corrimos como nunca (por lo menos en mi caso) para coger el mejor sitio posible, y sí que lo hicimos bien, estábamos justo delante de la valla que separaba el Diamond del Gold, y casualmente, las chicas mencionadas arriba, las dos Asturianas, estaban al lado! Pudimos disfrutar de un conciertazo tremendo, entre lágrimas de emoción y risas de alegría, cantando, gritando...
Nos caímos tan bien entre todas que decidimos ponernos en contacto una vez terminado el concierto vía Facebook, y más adelante vía Whatsapp, lo que es la tecnología! Desde entonces hemos mantenido contacto todas, y al poco de conocernos pensamos en ir juntas al próximo concierto de la banda. Al enterarnos que tocaban en Madrid nos pusimos rápidamente de acuerdo para ir todas juntas.

Y nada, el mismo día que salieron las entradas ya teníamos las Premium en nuestras manos, y en dos semanas nos volvemos a ver. Y es que ahora me doy cuenta de la razón que llevaba Lorena, una de las chicas, cuando me dijo aquella frase de: Lo que BON JOVI une, no lo separa nadie. Cuánta razón...
Ésta es mi particular historia con la banda, me ha aportado momentos maravillosos en mi vida, y en los malos también les he tenido de banda sonora.
Desde aquí quiero darles las gracias a Lucia, Ana, Lorena y Silvia. ¡Nos vemos muy pero que muy pronto!
Se os quiere :)
BON JOVI FOREVER.
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