Bon Jovi parece tener una deuda pendiente con España, primero fue el precio amigo, algo totalmente inédito y después un concierto, que pese a los miedos iniciales de que podía ser corto, pasará a los anales de la historia Bonjovera. Casi durante tres horas, el grupo, y sobre todo un Jon Bon Jovi que intenta acaparar protagonismo extra, normal dada la ausencia de Sambora. descargaron su retahíla de éxitos durante dos horas y cuarenta y cinco minutos ante un público al que si llamáramos entregado, nos quedaríamos cortos. El rugido atronador de Madrid en determinados momentos, los móviles encendidos en Wanted Dead or Alive y ese mosaico con un sincero gracias. Todo era perfecto, los astros se habían alineado para hacer un favor a los de Jersey y de paso, también a nosotros.
Jon también se mostró agradecido con nosotros, por la paciencia, por esta amistad de 30 años. De nada Jon, sin duda te lo has ganado. Y tu banda también. Verte con la camiseta de la selección española de futbol no tenía precio. Y la música, claro, tampoco.
Pero sin duda estuvimos ante un concierto emotivo como pocos. Nunca jamás este que suscribe, y ya les ha visto varias veces, ha oído entonar un Living on a prayer tan emocionante. En el cielo solo se oía la historia de Tommy y Gina cantada por una gran banda y también por 55.000 almas. Nunca mejor, nunca más emocionante. Y por si fuera poco, Always y These Days justo detrás. Lo repito: emocionante. E increíble.
Sinceramente fue una experiencia para el recuerdo y que supone la culminación de una etapa en este blog que ha sido magnífica. Y sí, pudo ser mejor, pudo estar Sambo, pudo ser de otra forma que lo hubiera hecho mejor. Pero no vamos a quejarnos lo más mínimo.
Y si quieres, puedes ver, tras el salto, los primeros tres cuartos de hora emitidos ayer por Terra.
Bon Jovi sigue de gira lejos de España, pero el Blogging aquí sigue, con vosotros, al pie del cañón. Y
Y lo prometido, tras el salto, el vídeo
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