Lo que nos faltaba por ver, era esto. Un periodista de Corriente Alterna, Juanjo Ordás, escribió ayer un artículo en el que ironiza sobre el "precio amigo" que Bon Jovi ha puesto para sus entradas de Madrid. Viene a contar que gestos así no deberían aceptarse por que denigra nuestra imagen como país y que vamos detrás de limosnas. Es cierto que la imagen de este país está como está, pero no se lo debemos a un grupo de música ni mucho menos. Es la supuesta prensa imparcial la que, con gestos así, nos tachan de tercermundistas.
Pero yo le digo desde aquí, señor Ordás, está usted totalmente equivocado. Se trata únicamente de un detalle. Bon Jovi ya comentó antes de empezar la gira que no pasaría por España por la crisis. Probablemente para ellos, venir a nuestro país con estos precios sea un esfuerzo y ahí reside la calidad del detalle para con los fans. Además, no se trata de dar una imagen como país, sino de una cuestión de lealtad. Seguramente si preguntara a cada uno de nosotros, además de llevarse unos cuantos insultos, probablemente también se llevara una sorpresa. Independientemente de que, como usted cita, Sarajevo le rechazara la jugada a los irlandeses U2.
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